viernes, 18 de agosto de 2017

Nuevo modelo de salud en Bogotá no satisface a los usuarios

Hans Manuel Rodríguez Moreno
Comunicador Social-Periodista

Con la reciente reestructuración del esquema  de salud en la ciudad, varios usuarios empiezan a tener problemas en la prestación de servicios a la hora de acudir a los hospitales. En Engativá, por ejemplo, fallas en el sistema actual tales como arbitrariedades en la intermediación, insuficiencia en los sistemas de información, inequidad en la atención y el traslado de unidades especializadas (como la de pediatría) a otros hospitales generó un malestar extendido en la comunidad.


Según la Subred Integrada de Servicios de Salud, con el modelo actual de salud en la capital se propone reorganizar la red hospitalaria distrital y clasificarla en cuatro subredes: sur, norte, sur occidente y centro oriente. Por medio de los Centros de Atención Prioritaria en Salud (CAPS), la reestructuración de los 22 hospitales para los capitalinos tiene como finalidad mitigar el hacinamiento, aumentar los módulos especializados, mejorar la infraestructura existente, aumentar las consultas prioritarias entre otros y, de esta manera, mejorar la atención a los pacientes ofreciéndoles unidades médicas especializadas más ágiles y modernas.

El problema actual
La reacción generada a partir de estos cambios no se ha hecho esperar. La  preocupación en varios sectores que han protestado por la suspensión de servicios médicos en varios hospitales de primer nivel y el posterior traslado a otros centros más lejanos, que aún no cuentan con la infraestructura necesaria para la atención de pacientes, ha dejado a la comunidad insatisfecha por el riesgo que supone para la población más vulnerable.
Sobre las críticas al nuevo modelo de salud en la ciudad, Helman Cantor, representante de la veeduría ciudadana Vesame, dice que “se produce una gran afectación porque se impone una barrera de acceso a los usuarios. En el hospital de Engativá, por ejemplo, se perdió la unidad de neonatos y la implicancia que esta decisión genera radica en que muchas de las personas que acuden a los hospitales no tienen dinero suficiente para desplazarse desde las UPZ hasta los lugares donde trasladaron las unidades especializadas; ahora les toca hasta el hospital de Suba”.

Los afectados
Pero la presunta inoperancia del hospital de Engativá, debido al traslado de servicios médicos especializados, deja entrever que los únicos afectados no son los niños y sus padres que tienen que superar las barreras geográficas sino la comunidad en situación de discapacidad. Para José Orlando Rodríguez, habitante del sector de Engativá Centro y persona con una limitación física, “la situación es crítica debido a una cirugía mal realizada he quedado  postrado a una silla de ruedas y  sin contar con una pensión o una ayuda institucional, los desplazamientos resultan engorrosos por la precariedad económica y la dificultad en la movilidad para una persona en mi situación. Es complicado pedir una cita médica porque mi estado de salud es delicado”, afirma.
En esta misma situación se encuentra María Azucena Mirgue, también habitante de Engativá Centro, con  problemas de salud agudos que ante una complicación cardiaca, por ejemplo, tendría que ser enviada al hospital de Kennedy y no al hospital de la 80 que le queda más cercano pero que no cuenta con servicio de hospitalización.